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FIASCO BLANCO


No pudo ser, los amantes del fútbol tendrán que esperar un año como mínimo para disfrutar de la madre de todas las finales. La Juventus con oficio y suerte serán los rivales del F.C. Barcelona en la finalísima de Berlin.

La noche tenía pinta de mágica, una de esas grandes noches en el Bernabeu, pero como ya escribimos ayer, el mayor peligro para el equipo blanco no era la Juventus, eran ellos mismos.

El Real Madrid salió convencido de sus posibilidades y lo plasmó a la perfección durante la primera parte. Unos 45' en los que muy pronto se le puso de cara la eliminatoria con un penalty cometido sobre James que esta vez si transformó Cristiano Ronaldo sin temblarle el pulso. Todo pintaba bien para el Madrid, pero el exceso de confianza de los blancos y la mala suerte les pasó factura. Al acabar el partido Sergio Ramos dijo: "Con el primer gol pensábamos que ya estaba hecho". Esa fue la sensación desde fuera, el Madrid dejó pasar los minutos creyendo que el gol iba a llegar tarde o temprano con facilidad, pero fueron unos minutos que se desperdiciaron y que ya no se pudieron recuperar.

La Juventus por su parte fue más efectiva, no le hizo falta llegar numerosas veces para meter el gol que les llevaba a la final. Un balón perdido en el área tras un despeje en el que la defensa del Madrid les costó salir, lo bajo Morata y le pegó un zapatazo hacia portería que Casillas lamentablemente solo pudo tocar y no detener. Marchisio estuvo cerca de marcar el 1-2 definitivo pero Casillas hizo una gran parada para mantener vivas las esperanzas del madridismo. Con el empate en el marcador el Madrid se dedicó a colgar balones al área sin obtener resultado alguno.

En resumen, al Real Madrid le ha fallado en los dos partidos más vitales de la temporada, una de sus mejores cualidades, la pegada de los hombres de arriba.

El 6 de junio nos espera una final inédita en la que esperamos disfrutar del buen fútbol como la ocasión lo merece.

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